viernes, septiembre 08, 2006

Final alternativo para el post anterior. Inspirado en una película antigua de terror.

Mientras descubro los mil defectos de John Henry, mi nuevo mp3, en homenaje a John Henry el indeseado (un rey de la antigüedad del que poco podreis descubrir si googleais, fué bastante oscuro y desconocido) y olvido que al comprarlo quise llamarlo Cabritillo (pero afortunadamente rectifiqué a tiempo) recuerdo la paliza de Uwe a Oso55 (y pienso, que huevos, Oso, y ahora te enlazan en todas partes, lo cual es genial). Y ya. Nada más que decir por mi parte. Voy a reescribir el final de lo que escribí ayer, una pequeña historiaal estilo (dicen) de Balas Perdidas, de David Lapham.

Podeis leer el post debajo de este nuevo final o aquí (para no leer spoilers accidentalmente) y entonces cuando llegueis al último párrafo, el que está en cursiva, volveis y en su lugar leeis lo siguiente:

El conductor abraza al policia, este se queda con los brazos en alto, pensando en como hacer que ese conductor lloroso deje de abrazarle sin ser demasiado brusco, en ese momento observa un líquido rojizo cayendo del maletero del coche, se separa brúscamente lo mira, lo toca y observa que el coche está perdiendo algo de aceite, lo deja ir. El policia abandona el lugar y el conductor arranca, sonriente, pensando en su esposa, encerrada y atada en aquel sótano de esa casa abandonada, cerca de 5 horas ya, y en lo arrepentida que estará por lo que le hizo cuando la desate. De repente siente una punzada en su corazón, desconoce si es un infarto, si son remordimientos o si es un ser divino juzgándole por sus pecados, se le descontrola el coche y cae por la cuneta. Fundido a negro...

Realmente es otra p*t* m**rd* de final, pero bueno, así lleno hueco. Os dejo, que tengo que oir el principio de Children, de Robert Miles, aquel al que le perdian las bases horrendas electrónicas, pero hasta llegar al chimpumchimpum monótono componía intros destacables.

Se que quería poner varias cosas más, pero no las recuerdo. Mal. Tengo que cortarme las uñas, eso si que no se me debe olvidar, que, si bien ahora cuando me rasco me siento mejor, me llego a hacer daño en ocasiones. Y tal. Nota mental: lograr hacer rular el Starcraft en la xbox.

EDITO: Este diálogo surgió espontaneo el otro dia:

Hola doctor Casa
Hola cobertizo
¿Pasó usted ya por casa?
Por el cobertizo yo pasé
Adios doctor casa
Adios cobertizo

!GUSTAVO ADOLFO! ¿HAS COMPUESTO ALGO HOY?

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