Sombra/Luz

Un ordenador te permite cometer errores de forma más rápida que con cualquier otro invento en la historia de la humanidad… Con las posibles excepciones de las armas de fuego y el tequila.

Espantaba un mosquito de su monitor, estaba realmente irritado. Y cansado. Poco sentido le quedaba a su vida tras la ofensa recién recibida, públicamente había sido humillado y las lágrimas brotaban de sus ojos. Nadie que le hubiera visto semanas antes habría pensado que acabaría así, destrozado psicológicamente y tan cercano a la autodestrucción. Y además, lo buscaba la policía.

Únicamente habían pasado dos dias desde su penúltimo encuentro con ella, el estaba más enamorado que nunca, vivía por y para ella y por dentro se preguntaba como había podido pasar tanto tiempo sin amor, rechazandolo. Estaba convencido de que ella le diría que si y en un par de dias quedaría con ella para tomar algo y proponerle iniciar una relación estable. La vió más guapa de lo normal y ella, nada más verlo, le pegó un tremendo abrazo.

-¡ESTOY FELÍZ!¡MUY MUY FELÍZ!¿SABES QUÉ SABES QUÉ SABES QUÉ?
-¿Qué?
-¿Te acuerdas del chico ese que conocí el sábado pasado? Me encontré con él el lunes pasado y tomamos un café juntos y volvimos a quedar ayer y hoy, ¡y me ha pedido salir! ¡Estoy super felíz!

[En este preciso momento observamos la cara de nuestro protagonista, su expresión no ha variado ni un ápice. Observamos su corazón. Se ha roto, poco a poco se resquebraja, cada vez más lentamente, pero llegará un momento en el que explote en miles de pedazos sin vida y sin historia, solo será otro roto corazón, uno más]

-Y...tu...¿que le has dicho?
-¡Que sí!¡Es perfecto para mi!
-Pero...bueno...me alegro mucho...te dejo, que llego tarde a la oficina. Ya hablamos.
-Eso, este viernes quedamos, ¿no?
-No se si podré...bueno...ya te llamo y hablamos.
-¡Vale! Pero no le cuentes esto a nadie, por favor, no quiero que la noticia se extienda´.
-Bien...bueno, adios.
-¡Hasta luego!

Retrocedamos en el tiempo 3 meses, nuestro protagonista está tomando una copa con unos amigos, mirando de lejos a todos los clientes de ese local, con desprecio, de repente una chica bajita, pelirroja (pero que se nota que es teñido) entra en el local casi cayéndose al suelo de un tropezón. Nuestro protagonista y sus amigos se rien de ella, ella se acerca y, con cara de pocos amigos, le quita el cubata de las manos a nuestro protagonista y se lo bebe de un trago, se ponen a discutir y acaban hablando de temas tan banales como son la música del local, la decoración del local, las copas que sirven en el local y otros temas relacionados con el local. No tienen más vida en común que ese local. El está allí por obligación, ir a un local de tan bajo nivel...uno de sus amigos se folla a la camarera de ese local y les había hecho ir a verla, para que pudieran opinar e imaginarse los relatos pornofestivos que el les relataba sabiendo como es la chica exáctamente. Ella estaba en ese local debido a que sus amigas, pijas ellas, le habían obligado a ir, ella era más chica de estar con amigos en bares tranquilos o incluso en la calle, pagar 10 euros por entrar y tener que ir con zapatos no era para ella. Por eso se había emborrachado más de lo habitual.

Ella está vomitando en la calle, él la está cuidando a pesar de la ofensa del cubata y de no conocerla de nada. Ella ve en él a "su amigo el yuppie de mierda", actualmente la persona más importante de su vida, desaparecidas sus amigas. Él cree que se la podrá tirar, y aunque le da asco una chica tan cercana a la clase baja que casi puede oler su pobreza sigue siendo una chica, y muy atractiva. Finalmente ella la lleva a su casa en un descapotable y en lugar de aprovecharse de ella la acuesta en un sofá y la tapa con una manta. Mientras espera a una prostituta italiana de lujo a la que suele llamar se toma un pequeño bocadillo y contempla a esa menuda chica que acaba de entrar en su vida. Al dia siguiente cuando se levanta encuentra el sofá vacío y una nota: "Gracias por todo, te debo una, la próxima vez que te vea te invito a una copa".

Hoy, a media tarde, suena el teléfono:
-¿Sí?
-¡Tio!, ¿No me ibas a llamar para quedar esta noche?
-Si...se me había olvidado, lo siento...
-Vale, a las 10 me paso por tu casa y decidimos donde ir.
-No, espera, bueno, bien, a las 10 en mi casa.

Volvemos al pasado, hace 2 meses y 2 semanas, en el mismo local que hace 3 meses. El mismo que estaba liado con la camarera se besa apasionadamente con una chica de compañía que ha contratado para poder destruir psicológicamente a la camarera. La camarera los mira de lejos mientras trabaja y se siente terríblemente incómoda, nuestro protagonista se siente raro, no puede dejar de pensar en esa carita dulce a la que dejó dormir en su sofá.

-¡Hola yuppie de mierda!¿Te acuerdas de mí?
-Esto...hola, ¿que tal?
-¡Bien! Gracias por lo del otro día, esa no era yo.
[Ella sonríe, nuestro protagonista se enamora irremediablemente. Siguen hablando durante horas]

Hoy, hace 6 horas. Nuestro protagonista, totalmente borracho, se cae en el bar donde estaban, sus amigos no paran de reirse de él de ver que la chica de la que el estaba enamorado (a pesar de que ellos no paraban de insultarla y agredirla a sus espaldas) está con otro, una puta, le llaman, ella se pone tensa y el dice cosas que no debe, grita y confiesa sus pensamientos más profundos. El tequila nubla su visión y descubre en su bolsillo una pequeña pistola. Alza la pistola y dispara al techo. El mundo está parado a su alrededor, nadie se mueve, nadie dice nada, nadie se atreve a gritar. Pone la pistola sobre su sién y se despide de este mundo. De repente está caminando por una estrecha calle que no reconoce, la pistola ha desaparecido y no sabe donde está ni que ha sucedido, no para de llorar ni mientras vomita sangre mezclada con bilis, está amaneciendo y reconoce su casa en la lejanía, abre la puerta como puede y se sienta frente a su pc, espanta un mosquito de su monitor, se siente realmente irritado...