sábado, abril 29, 2006

Heroe del dia

Acabo de llegar a casa de pasar de ir a Le Club y voy a escribir una historia sobre un camillero. Como no tengo mucha idea de los conocimientos necesarios para ser camillero supondré que basta con tener el graduado escolar, ni idea de medicina. Pero antes iré a por agua para que me acompañe en mis desvaríos.

Jose era un camillero, llevaba un mes en el ofício y estaba muy contento, se llevaba muy bien con Pedro, ex-enfermero y conductor de ambulancia, y Manolo y Luis, enfermeros. Un dia, Manolo decidió confiar en su nuevo amigo Jose y le confesó que utilizaban la ambulancia para unos asuntillos ilegales, transporte de material robado para venta en tiendas de segunda mano, a Jose no le hizo gracia el asunto pero Manolo le convenció para que viera que lo hacían para que unos cuantos pobres, las personas que les proporcionaban el material robado, pudieran subsistir. Jose se había hecho camillero para poder ayudar a la gente que necesitaba ayuda (no se sintió lo suficientemente fuerte como para poder hacerse médico o enfermero) y tal vez esta era una forma de ayudar.

Unos dias despues, Luis cargaba una minicadena en la ambulancia habitual de Pedro, con la intención de llevarla a una tienda que conocían para sacarse unos beneficios, pero cuando estuvo dentro, al cerrar la puerta de atras, de repente sonó el teléfono de Pedro, debía presentarse en minutos en hospital, recoger a Manolo y acudir donde este le dijera. Era la única ambulancia de toda la ciudad sin estar en un servicio, mal dia para el porcentaje de gente sana de esa ciudad. Manolo estaba en el ajo, así que sin problemas. Y nada más recoger a Manolo este entró corriendo en la ambulancia, seguido de Jose transportando material médico variado para tratar diversos ataques de forma urgente.

Las sirenas sonaban y Pedro pisaba fuerte el acelerador, sin necesidad de respetar las normas de tráfico (algo que le encantaba). De repente Manolo cayó inconsciente, Luis se apresuró en socorrerle. Ambos estaban solos en la parte de atras de la ambulancia y Luis no lograba saber que le sucedía a Manolo. En un minuto llegaron al instituto donde tenían que atender una urgencia, y al estar Luis tratanto de reanimar a Manolo, Pedro decidió desempolvar sus conocimientos médicos y, acompañado por Jose, tratar de urgencia al enfermo del lugar y trasladarlo al hospital donde podría recibir un tratamiento adecuado, y despues ir a vender la minicadena. Pedro y Jose corrieron hasta el aula que les indicó el bedel mientras todos los alumnos se asomaban por los redondos ventanucos de sus respectivas aulas, con la prohibición impuesta por sus profesores, bajo extricto castigo, de no salir de estas. Al llegar al aula indicada Pedro se quedó quieto, cada vez más blanco. Y comenzó a gritar al humano que se convulsionaba en el suelo: "¡PAPÁ! ¿QUE TE PASA? ¡PAPÁ!". Acto seguido, Pedro comenzó a temblar mientras balbuceaba frases sin sentido con la palabra papá en todas ellas.

Jose, en un acto de valentía y sin conocimientos médicos, llamó a Luis, que se encontraba histérico de ver que Manolo seguía inconsciente y estaba poniendose de color morado, para describirle los síntomas del hombre en el suelo, y Luis, tembloroso, le dijo que le inyectara una dosis de fenitoina. Jose decidió hacerlo y acto seguido la masa de carne se puso a vomitar. Jose la subió a la camilla y lo llevó rápidamente a la ambulancia mientras los alumnos de la clase acompañaban a Pedro. Jose pidió a gritos a una de las alumnas de la clase que le acompañara al hospital, ya que necesitarían un testigo para demostrar que todo lo que estaban viviendo era cierto. Y el ya sabía que su trabajo como camillero había acabado, pero no estaba todo perdido, aún podían salvar a ese hombre, el padre de Pedro, y a Manolo.

Subieron a la ambulancia y Luis, nerviosísimo y hundido, comenzó a analizar al hombre enfermo mientras Manolo seguía enfermo y Pedro seguía balbuceando incoherencias. Jose decidió hacer algo que definitivamente lapidaría su carrera en ese hospital y en todos los que pudiera estar, y se puso al volante de la ambulancia, con la alumna que iba a ser su testigo a su lado y 3 enfermos y un enfermero desesperado detras luchando con todas sus fuerzas. La sirena sonaba con fuerza y Jose conducía con agresividad. Tenía el carnet de conducir 4 años, pero desde que aprobó el práctico únicamente había conducido un par de veces el coche de su padre, y apenas podía recordar que se tenía que fijar en las señales y que significaban algunas de estas. Por el camino Jose habló con la alumna, que se llamaba María, y le dijo: "María, cuando lleguemos, tienes que contar todo lo que ha sucedido, y si tienes que acusar a alguien de imprudencia, di que he sido yo, de todas formas me van a despedir". María asintió y siguío asustada. Sin embargo, todavía no se había percatado de un pequeño detalle que le haría sufrir terror en sus carnes. Jose frenó de golpe ya que había llegado a un semáforo y había un tipo cruzando cuando Jose podía cruzar al tenerlo en verde, y eso sin contar la sirena. El tipo que cruzaba se asustó y Jose le gritó que si estaba ciego. El tipo le respondió que no, que el era el que lo tenía verde. Jose pegó un rápido vistazo y efectivamente vió que el tipo lo tenía verde, pero el también. Un semaforo funcionando mal, algo impensable, y perjudicial. Sobretodo tras el dia que estaba teniendo. Pero siguió su marcha hacia el hospital. Por radio avisó de que tuvieran preparados en 2 minutos equipo médico para tratar al hombre que sufría convulsiones, a Manolo y a Pedro. Llegó al hospital y al entrar el equipo médico solicitado (que había sido preparado con una eficacia inusual) en la ambulancia, se encontraron a Luis bañado en su propia sangre. Jose se puso aún más tenso, posiblemente al pegar el frenazo que pegó Luis se había golpeado en la cabeza y se la había abierto.

El director del hospital se encontraba frente a Jose. Pidiendo explicaciones. Primero le preguntó que quien era la chica que iba con el y dijo que era María, una testigo que podría verificar su historia, sobre la minicadena no tuvo más remedio que delatar a sus compañeros, y sobre los otros asuntos...está todo dicho ya. Posteriormente el director del hospital habló con María mientras dos guardias vigilaban a Jose para que no huyera, en caso de ser requerído por las autoridades. María salió corriendo con lágrimas en los ojos. Si Jose solo era el anónimo heroe del dia, ¿como sabía su nombre, siendo un autentico desconocido para ella?.

Luis falleció a consecuencia del traumatismo craneal y la pérdida de sangre, Pedro pasó el resto de su vida en un sanatorio mental por haber recibido un shock psicológico tremendamente grande para su debil mente, el hecho de haber visto a un hombre que le recordó a sus lejanos recuerdos de su difunto padre en el mismo estado en el que vió a su padre por última vez. Del hombre enfermo y Manolo, uno de los dos pasó el resto de su vida en coma por una neglicencia médica, nunca supe cual, del otro no se que fué. Jose no volvió a ver a María, amiga de la infancia de la hija que tuvo una vez, antes de que su mujer lo dejara y se fuera con ella a un pais lejano que nunca logró averiguar, y de la que adivinó el nombre más por casualidad que por memoria, ya que pasó el resto de su corta vida en prisión preventiva por los delitos cometidos al ejercer de enfermero sin título, conducción temeraria sin poder ejercer de conductor de ambulancia, robo de una minicadena que fué devuelta a sus legítimos dueños y una denuncia por acoso sexual de parte de María, la cual nunca más pudo conciliar el sueño en condiciones.

Antes caminando se me ha ocurrido todo este barullo, pero no lo he prerredactado ni nada, simplemente he pensado en las situaciones que sucederían y poco más. Hay algo de improvisación y, como podreis apreciar, está muy mal escrito. No creo que lo reescriba, la idea permanece y eso es lo importante para mi. Paso de la estética. Me encantan las historias que acaban mal. Por supuesto no garantizo que nada de lo poco médico expuesto sea correcto, es más, ya digo que no lo es.

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