viernes, agosto 25, 2006

el milinarismo va a lliiiegarrrr

Lo primero, la web oficial del Stroh.

Lo segundo, acabo de oir a Arguiñano decir nosequé de calentarse y de almejitas, no se a que se referiría.

Lo tercero, un video clásico de Fernando Arrabal en el programa de Sanchez Dragó.

Lo cuarto, el manual del Spectrum 2+ (el que yo tenía) y la sensación de que si lo releyera entendería más cosas de las que en su momento entendía.

Lo quinto, acabo de grabar un cd para mi madre de canción melódica francesa. Gustos que tiene ella. Yo voy a ver si me pongo el Score de Dream Theater, aunque realmente me apetece escuchar algo más burro.

Lo sexto, esta noche Def Con Dos en el campo de futbol de Paterna, a las 10, pero no se si iré. Jarl como se oye el público en el cd de DT.

Lo séptimo, estoy buscando el pdf de Todas las familias son psicóticas (mi lectura actual) para poner un fragmento que me ha encantado y ahorrarme el copiarlo diréctamente del libro, estoy buscando en el canal #biblioteca de undernet. Es un gran servicio y si entrais, sed respetuosos, por favor. Buena gente. Buena gente.

Lo octavo, luego tal vez vea el episodio piloto (filtrado posiblemente por los creadores para ver que tal responde el público antes de lanzarse a producir más) de Heroes, la serie que luchará contra la magnífica Lost.

Lo noveno, y lo digo desde la indignación: PLUTÓN ES UN PLANETA tan respetuoso como cualquier otro, nada de planeta enano ni cosas así. Que poco respetan la tradición y que ganas de querer cambiar los libros de ciencias de los colegios para sacar más perras a los padres. Por mi que le quiten la denominación de planeta a Saturno que con los anillitos parece un hijo bastardo de McNamara o a Marte por no tener marcianos. En nuestros corazones el noveno planeta siempre será Plutón. Y es super bonito, aquí con su satélite Caronte.

Lo décimo, estoy bajando el pdf de Todas las familias son psicóticas (que curioso se me hace, bajarme algo que tengo en analógico...es decir, en papel, lo pienso de nuevo y veo que no es curioso, que es habitual)

Lo úndécimo y penúltimo, Kevin Smith (que tiene pendiente de estreno aquí Clerks 2, continuación de su primera película) va a rodar una película de terror. La duda es...¿qué entiende por película de terror?. Si va a rodar algo de terror, espero que no haga una comedia de terror, que se lo curre y nos haga salir del cine sintiendonos sucios y deseando llegar a casa para cambiarnos la ropa interior.

Lo doceavo, y último en principio, el fragmento del libro mencionado anteriormente que me ha encantado. Es un diálogo entre dos personas que coinciden en la cafetería de un aeropuerto. (Confieso que todo lo escrito anteriormente era solo para hacer tiempo mientras encontraba el pdf y me lo bajaba)

—¡Vaya por dios! Hay que ver la de lobos que rondan por esta ciudad.
—Pues no te digo nada de las estrellas de cine.
—Atrévete a decir que tienes algo en contra de las que vivimos de la pantalla y del escenario, con lo duro que es nuestro trabajo.
—Disculpe. No quería interrumpir su cóctel de belleza.
Cerró la polvera de golpe y se volvió para mirarlo directamente a los ojos.
—Mira, guapo, esta misma mañana me han dado dos frases en una película, ¿te enteras?
—Discúlpeme de nuevo, señorita. ¿Y de qué película estamos hablando, exactamente?
La chica le puso las manos en las rodillas, le miró a los ojos y dijo:
—Pues una mierda de película espantosa para una cadena de televisión para subnormales. ¿Te importa si compartimos tu whisky?
—Adelante.
Se lo acabó de un trago.
—Cuéntame. ¿Vives por aquí?
—Hace años vivía aquí. Ahora ya no.
—¿Y ahora dónde vives?
—En Las Vegas.
—Mmm. Precioso. Así que, dime...
—Wade.
—Dime, señor Wade, ¿a qué eres adicto?
—¿A qué te refieres?
—Ya sabes a qué me refiero.
—¿Ah, sí?
—Hombre, vives en Las Vegas, tienes los ojos rojos y te he visto jugando con el cambio en la barra como si esto fuera tu casa. No te afeitas con regularidad, porque si lo hicieras tendrías la piel más dura y no tendrías estos... —los contó— uno, dos, tres, cuatro cortes en el cuello. Además, estás en un bar en un día laborable y estás temblando, pero las copas que te tomas no acaban de calmarte del todo. Por eso, me atrevería a concluir que te metes algún tipo de sustancia.
—Gatita, gatita, no seas tan negativa. Vamos a pensar en lo positivo. Por ejemplo, en los seis millones de reuniones de «la religión en doce pasos» a que he asistido en mi vida.
—Vamos a ver, me estás diciendo que miremos el lado bueno de tu situación.
—Claro. Lo positivo.
—¿No tendrás una habitación en este hotel?
—Pues sí.

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