domingo, febrero 04, 2007

Experimentos con mariposas por un niño raro en la otra punta del mundo

Sentado en mi hamaca vi una explosión a lo lejos, de repente el perro del vecino salió volando en mil pedazos y la piscina comenzó a vaciarse. Ranas llovían pero no caian contra el suelo ya que un gran agujero se estaba abriendo, conteniendo únicamente llamas, un meteorito pasó sobre mi cabeza y destruýó mi vieja choza, condenándome a dormir en la calle, pero la calle pronto dejó de existir. Únicamente quedamos mi hamaca y yo, sosteniendonos de alguna forma milagrosa en el aire. Pasé de buscar una respuesta a lo que estaba sucediendo, ya que las cosas siempre son más sencillas de lo que parecen ser y eso parecía tan complicado que no cesaria de ver complejos motivos y decidí coger un papel que tenía de casualidad en el bolsillo, un boli a juego con el papel y escribir un mensaje para la posterioridad: "HAMACA". Acababa de descubir que nunca había escrito esa palabra que tan estúpida me parece. Y la gravedad hace su efecto, no soy una masa con una fuerza gravitatoria lo suficientemente grande (a pesar de ser rubenesco) y el aire a mi alrededor comienza a alejarse, una pena, cuando me encuentren asfixiado podrán leer mi legado, una hoja que les tendrá años pensando, tratando de averiguar que es lo que sucedió y que sentido tiene esa palabra que escribí por curiosidad de ver como queda escrita.

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