domingo, marzo 11, 2007

Conciertos gratis

Vas caminando, buscando a varias personas, pensando en rasgos concretos de una de ellas (lo preciosa que está con esa curiosa ropa de tienda exótica, concretamente) y de tu mirada se cruza con otra mirada, y en menos de dos segundos analizas la situación y te giras para mirar la mirada con la que casualmente has tropezado y confirmar lo que has descubierto, que su mirada no ha tropezado casualmente con la tuya, y ves surgir una sonrisa en su rostro que hace que inevitáblemente tengas que devolvérsela. Al rato os cruzais, vuestras miradas coinciden de nuevo la casualidad ya no existe, os saludais con una sonrisa, y cada uno por su camino. Te giras para pegarle un último vistazo, saber como es por detras por si la ves caminando delante de ti algún dia y ves que ella está haciendo lo mismo. Y cuando estás volviendo a casa, solo, cansado y helado piensas, y piensas lo mismo de siempre, y entonces es cuando vuelves a admitir que te has vuelto a equivocar. Pero te encanta.


¿Cuantas veces habré contado esta historia en este aburridísimo blog?, creo que es una de mis historias favoritas y, emulando a los más grandes artistas, la repetiré hasta la saciedad en búsqueda de la perfección. Y, a modo personal y para mandar a tomar por saco el supuesto romanticismo que penseis que tengo, la amiga de s está tremenda, y m ha notado que lo pienso. Los gestos lo han dicho todo.

No hay comentarios: