Jornada laboral de 40 horas.

Consideramos que la jornada de 40 horas es perniciosa tanto en lo laboral como en lo personal ya que:

-Reduce la productividad, ya que físicamente estamos más cansados y rendimos menos en más tiempo.
-Reduce el consumo, ya que no tenemos tiempo para disfrutar de lo que compraríamos si tuviéramos tiempo, perjudicando la economía del país.
-Daña las relaciones personales, ya que no tienes tiempo para amistades y pareja, y cuando lo tienes, el cansancio acumulado se refleja.
-Incapacita el seguir estudiando, provocando una población menos preparada para labores intelectuales.
-Fomenta el conformismo, suprimiendo la ambición de mejorar y encontrar un puesto de mayor categoría (ya que no tienes tiempo de presentarte a otros puestos de trabajo al estar trabajando), fomentando la depresión.
-Provoca obesidad, ya que reduce el tiempo para ir al gimnasio, a correr al río, o de correrse en alguien (ya que el cansancio provoca inapetencia sexual).
-Por la parte final del argumento anterior (y por el hecho de que es trabajo) hincha las pelotas.
-Y finalmente, destruye la música, ya que no podemos practicar con nuestros instrumentos.

La jornada laboral de 40 horas está diseñada para una población orientada al trabajo físico, ya que no tiene tiempo para prepararse a otro tipo de tareas, y acaba provocando bajas tanto por daños físicos como mentales, provocando un sobrecoste en las arcas públicas que podría evitarse afrontando estos problemas desde otro ángulo.

Por eso yo propongo una jornada laboral de 6 horas diarias, haciendo un total de 30 horas semanales, con lo cual podríamos ir a trabajar únicamente de mañanas o de tardes, o una mezcla de ambos, si la empresa así lo dispone. Para las empresas de 24/7 haría falta un nuevo turno, creando puestos de trabajo, eso si, pero los turnos dobles serían más viables, si el empleado lo solicitara.

Y si una empresa no está de acuerdo con contratar nuevos trabajadores...¿Donde quedó esa ambición y rabia postadolescente de derechas en su creación?.
Y para rematarlo, si una empresa no puede permitirse nuevos trabajadores, es momento de replantearse su gestión. Los de arriba, vosotros, sois los que no habéis sabido llevarlo.

Pensadlo un poco, si es que recordáis como se hace.

{Y así es como comenzará el panfleto político de mi partido}