miércoles, mayo 28, 2008

Tengo fiebre

El niño raro puso su típica cara de "es lo mejor para todos". Y por eso recibió una patada en los cojones.

El niño raro volvió a poner su típica cara de "es lo mejor para todos". Y volvió a recibir una patada en los cojones.

El niño raro pensó: "Si cojo al tio ese y lo pongo en medio, él recibirá la patada en los cojones, y así yo saldré ganando".

Al niño raro le supo mal poner a alguien que ni conoce en medio, puso su típica cara de "es lo mejor para todos". Y recibió una patada más dolorosa que nunca en los cojones.

Sin orgullo, sin dignidad, sin nadie que entendiera los motivos, el niño raro se puso a llorar.

Llorar solo está justificado tras una patada en los cojones. Niño raro, ¡ESTAMOS CONTIGO!.

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