martes, marzo 11, 2008

En el metro, para mirar quién ha pagado y quién no, hay dos tipos de empleados, los revisores y los supervisores. Los revisores son de menor rango, cobran menos y trabajan más, pero sin embargo tienen algo que los supervisores no tienen: Sueños.

Porque es bién sabido que solo asciendes a supervisor en el momento en el que te resignas a ser lo que siempre has deseado ser y te das cuenta de que vas a vivir el resto de tu puta vida de vagón a vagón pidiendo billetes, cuando ese trabajo que has cogido de forma temporal se convierte en lo único que tienes ya que nunca acabarás tu carrera universitaria o encontrarás trabajo de otra cosa.

Y es cuando dejas de ser un humano para ser un ser amargado sin criterio ni razón para sonreir.

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