lunes, septiembre 01, 2008

Ese botecito...

Me encontré con el teléfono en la mano, tembloroso, y con mi alma huyendo de mi, el haber consumido un bote entero de aquellas pastillas ayudaba a esto último y, ya que sentía que eran mis últimos momentos, decidí llamar a quién no debía. Todavía recordaba su número a pesar de los años, marqué y sonó un mensaje: "El número solicitado no existe". Vaya, mi memoria no era tan buena como pensaba, o quizá era el exceso de pastillas, si, eso debía ser. Mi memoria era perfecta. Ya no. Al haber despertado tras varios años en coma en el hospital me siento perdido. No queda nadie que me visite, no recuerdo a nadie, sospecho que mi cerebro está en bastante mal estado, veo bastante mal y no oigo bien, estoy confuso, muy confuso.

Tras mucho pensarlo he decidido repetir la jugada. No siento que haya envejecido en estos años en coma. Repetiré la jugada. ¿Se seguirán fabricando esas pastillas?. Lo que no se es quién me encontró y me salvó la vida, no se si debería tratar de localizarlo para darle las gracias o para gritarle, ya que yo sigo sufriendo, tal vez sufra más ahora, realmente no recuerdo cuanto sufría antes, ya lo he dicho, me siento j*d*d*m*nt* confuso, perdido, desesperado.

Hace tiempo que no logro escribir una buena historia, y veo que sigo igual, sin ideas, sin inspiración.

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