sábado, noviembre 02, 2013

Mi gato sufre de un serio retraso mental

Ahora mismo estoy aquí, tirado en la cama con el portátil, y el bicho se dedica a utilizar mis flexadas piernas como un túnel que atravesar o unas montañas que escalar, mientras revienta su juguete de un pingüino que hace surf. O algo así. Por lo menos ha dejado de morderme en el mismo momento que le he disparado agua con un spray.

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