miércoles, abril 03, 2013

Cuando In Flames eran grandes

Ayer me encontraba hablando con el guitarra de mi grupo (de uno de mis dos grupos, parece ser) sobre lo grandes que eran los In Flames que vinieron a la plaza de toros, y acabamos debatiendo sobre que sentido tiene todo esto, dedicarse a hacer música y tal, objetivos a cumplir, sueños inalcanzados, y me dió que pensar para un trayecto en metro sin el Kindle, ya que soy imbécil y me lo dejé en el local. Pensé en todos esos objetivos que no he cumplido, sueños no realizados, deseos inalcanzados. Y en parte, me la sudan. Me dan absolútamente igual. No significan nada porque no son parte de mi vida. ¿Y qué?. Todo consiste en ser feliz. En ser feliz sin hacer daño a nadie, sin meterme en sus decisiones y sin que se metan en las mías, salvo cuando tengamos que tener un presente común (el enganche entre esos dos riffs...como que no, ¿eh?).

Y este finde boda. Y la semana que viene, mi cumpleaños, que finalmente he decidido no celebrar.

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