Licor del polo (II)

La cosa va mejor, la mayoría de síntomas han remitido, sigue con anemia y con bastante medicación, en una semana un nuevo análisis a ver que tal va la cosa, si la anemia remite, podría ser solo portador.

Licor del polo

Aún recuerdo cuando lo vi por primera vez, estaba confuso, su hasta entonces cuidadora lo cogía, Licor me miró, puse la mano cerca de él para ver cómo reaccionaba y levantó una garrita y la puso contra mi mano. En ese momento una estrellita se iluminó en mi confuso corazón y se puso a brillar con fuerza. Ayer esa estrellita se puso a temblar, la peor noticia que me podían dar me fue dada. Entre unos meses y dos años de vida, leucemia felina.

Incurable, letal, con tratamientos únicamente para aliviar el sufrimiento del pobre animal y, quizá, alargar dignamente su vida unos pocos años, animal que tendrá que ser sacrificado cuando tanto dueño como veterinario consideren conveniente ya que, de forma natural, tendría un sufrimiento que nadie se merece, y menos Licor, uno de los gatos más tranquilos y cariñosos que he visto nunca.

Anoche, cuando no podía dormir, mientras el gato, ajeno a todo esto, descansaba plácidamente a mi lado, pensé en un discurso mucho más largo sobre este peludo ser que me ha acompañado los últimos 8 meses de mi vida, prácticamente toda mi estancia en mi actual hogar, pero no tengo fuerzas de escribir más, no quiero que le pase nada malo y no puedo evitar que sea así.

Joder, no.

Hola.

Adiós.